Bajo las Grietas del TERREMOTO: Lecciones de Ver con CORAZÓN EN MARRUECOS

l8 de septiembre de 2023, alrededor de las 23:00 hora local, la tierra tembló en varios pueblos cercanos a Marrakech en  Marruecos, esta fecha marcó el inicio de una experiencia que cambiaría mi perspectiva de la visión de la vida para siempre. A la mañana del día siguiente, llegué a uno de los pueblos afectados donde solía cooperar anualmente con una ONG en brindar ayudas ópticas a niños, en colaboraciones con optometristas y oftalmólogos tanto Españoles, como Marroquíes.

Al llegar, me encontré con un escenario desolador, donde las ruinas se alzaban como testigos silenciosos de la fuerza destructiva de la naturaleza. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue la actitud de la gente local. A pesar de que sus hogares estaban en ruinas, no perdían la sonrisa; estaban agradecidos por la vida, ya que no se habían registrado pérdidas humanas. La razón detrás de su gratitud fue reveladora: Cuando la tierra tembló, estaban celebrando una fiesta espiritual al aire libre, por eso no hubo víctimas mortales porque todos los habitantes del pueblo estaban fuera de sus casas.

Uno de los grandes aprendizajes de esta experiencia fue la verdadera visión de la vida  de la comunidad. La actitud de la gente en ese pueblo afectado por el terremoto me dejó perplejo. En lugar de sumirse en la tristeza por la pérdida de sus hogares y posesiones, su enfoque estaba en mi comodidad. Me preguntaban con genuino interés si había comido, ofreciéndose incluso a buscar algo entre los escombros de sus propias casas. Además, indagaban sobre cómo había logrado llegar al pueblo a pesar de la carretera dañada por el terremoto. La atención que mostraron hacia mí, incluso en medio de su propia desgracia, me conmovió profundamente. Esta experiencia destacó la generosidad y la disposición de la comunidad para servir a los demás incluso en los momentos más difíciles.

La población local expresaba su gratitud a Dios porque el terremoto los afectó a ellos y no a los habitantes de Marrakech. Explicaban que, debido a sus limitaciones materiales, no hubiera podio brindar ayuda a los habitantes de las ciudades cercanas. Este tipo de visón de vida que tienen estas personas me indica que la verdadera pobreza recae en mí. A pesar de poseer bienes materiales y vivir la vida occidentalizada, carezco casi por completo de una visión con corazón, de una comprensión profunda y compasiva hacia los demás. Este contraste evidencia que la auténtica riqueza no se mide en posesiones materiales, sino en la capacidad de ver más allá de las circunstancias y conectar genuinamente con el prójimo.

Este hecho me lleva a otro importante aprendizaje: la verdadera pobreza es la que se vive por dentro. Mientras yo, en mi supuesta abundancia, me centro en mis preocupaciones personales, esta comunidad me enseñó que la riqueza interior y la preocupación por los demás son la verdadera medida de la prosperidad.

Concluyendo esta experiencia, creo profundamente en la importancia de la visión con corazón de la vida. Mientras que la vida cotidiana en Madrid me atrapa en mis propias preocupaciones diarias, esta gente se centra en servir a los demás incluso en momentos de extrema adversidad como un terremoto que lo arrasa todo. Este recordatorio me desafía a reconsiderar mis prioridades y a adoptar una perspectiva más amplia, donde la empatía y el servicio a los demás brillen incluso en medio de mis propios desafíos cotidianos.

Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a todos los lectores que han sido parte de «Ver con Corazón». Su atención, comentarios y conexión con estas historias han hecho que este espacio sea enriquecedor. Gracias por permitirme compartir estas experiencias y reflexiones. Espero que continúen siendo parte de esta comunidad que valora la visión con corazón. ¡Gracias por su compañía y nos vemos pronto en nuevas exploraciones!

Yazid Anezary

Director técnico Federpticos Lyns Vision.